La violencia de Sendero Luminoso no se detiene en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Al ataque que dejó 10 muertos un día antes de las elecciones, se sumó ayer un reporte sobre un enfrentamiento entre nativos asháninkas y senderistas en Satipo [ver nota vinculada]. Horas antes, El Comercio conversó con el general EP Fernando Acosta, máximo jefe militar del Vraem, sobre cómo enfrenta el Gobierno a la subversión.
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